DÍA INTERNACIONAL DEL CÁNCER INFANTIL -TODOS LOS 15 DE FEBRERO DESDE 2001-
El 15 de febrero se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Cáncer Infantil, promovido por la Confederación Internacional de Organizaciones de Padres de Niños con Cáncer (Childhood Cancer Internacional, CCI) e instituido en Luxemburgo en el año 2001.
El objetivo de esta celebración es sensibilizar e informar a la población de la necesidad de un acceso rápido al diagnóstico y tratamiento adecuado cuando el cáncer afecta a niños y niñas, y también a los y las adolescentes. Es importante mejorar el diagnóstico y el tratamiento y para ello es necesario invertir en la investigación.
Según indica el Registro Nacional de Tumores Infantiles (RNTI), en un informe del año 2017, España se sitúa en el contexto europeo occidental, con unas cifras de incidencia similares a las europeas, lo que significa alrededor de 1.000 casos nuevos cada año (en niños y niñas de 0 a 14 años) y además, en la comparación de la incidencia del cáncer infantil por tipos de tumores, en España y en Europa, se aprecia que ambos perfiles son muy similares.
Según esta misma fuente, los tumores más frecuentes son las leucemias, los tumores del sistema nervioso central y los linfomas y, como dato muy positivo, indicar que desde 1990 la incidencia de los casos de cáncer infantil no ha aumentado. Los datos de supervivencia también son esperanzadores. La tasa de supervivencia a los 5 años en niños y niñas de 0 a 14 años alcanza casi el 80%, según la Sociedad Española de Hemato-Oncología Pediátrica.
En Castilla y León, el Registro Poblacional de Cáncer es un sistema de Información para la clasificación y análisis de los casos de cáncer que se producen en personas residentes en ella. En él se han ido incorporando paulatinamente, desde su creación en 2005, datos sobre tumores incidentes en pacientes de la Comunidad, obteniéndose datos tanto de carácter autonómico como provincial.
Como en la actualidad no es posible realizar medidas preventivas para el cáncer infantil, dado que no existe un conocimiento claro de sus causas, la lucha contra la enfermedad se basa fundamentalmente en un diagnóstico y asistencia sanitaria rápida y apropiada. El porcentaje de curación del cáncer en niños es del 85%.
Los niños que sufren esta enfermedad tienen que enfrentarse a un cambio importante en su vida, además de atravesar situaciones dolorosas física y psicológicamente, debido a los tratamientos y pruebas diagnósticas. Por eso, es de gran ayuda el apoyo de su entorno y de la comunidad.
Para saber más:
Asociación española contra el cáncer – aecc
https://www.aecc.es/SobreElCancer/CancerInfantil/CancerInfantil/Paginas/HomeCancerInfantil.aspx
Confederación Internacional de Organizaciones de Padres de Niños con Cáncer (Childhood Cancer Internacional, CCI) (página en inglés)
http://childhoodcancerinternational.org/
Federación Española de Padres de Niños con cáncer
PYFANO: Asociación de padres, familiares y amigos de niños oncológicos de Castilla y León.
Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas.
http://www.sehop.org/cancer_infantil
Cada 15 de febrero, la comunidad mundial en torno al cáncer pediátrico conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil (ICCD), con una campaña colaborativa para crear conciencia sobre el cáncer infantil y expresar el apoyo a los niños y adolescentes con cáncer, los supervivientes y sus familias.
Cáncer infantil en la Región de las Américas y en el mundo
El cáncer es una de las principales causas de muerte de niños y adolescentes en todo el mundo. Cada año, más de 400.000 niños son diagnosticados con cáncer en todo el mundo. En la Región de las Américas, se estima que hubo 32.065 nuevos casos de cáncer en 2020 en niños de 0 a 14 años; de ellos, 20.855 casos ocurrieron en países de América Latina y el Caribe.
Se estima que el cáncer fue la causa de muerte de 8.544 niños menores de 15 años en 2020; de ellos, 7.076 en América Latina y el Caribe.
La gran mayoría de los niños con cáncer viven en países de ingresos bajos y medianos (PIBM), donde enfrentan inequidades inaceptables en aspectos como la detección temprana, el diagnóstico y el acceso a tratamientos de calidad y cuidados paliativos. Los peores resultados que experimentan los niños en los PIBM amenazan para la cohesión social, la prosperidad económica, así como el logro de las metas globales incluidas en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
Iniciativa mundial contra el cáncer infantil
En septiembre de 2018, la OMS lanzó la Iniciativa mundial contra el cáncer infantil, con el objetivo de abordar estas profundas desigualdades. El objetivo es lograr al menos el 60% de supervivencia de los niños con cáncer para 2030 y reducir el sufrimiento de todos.
Para salvar vidas y reducir el sufrimiento de los niños con cáncer, esta iniciativa busca:
- aumentar la capacidad de los países para brindar servicios de calidad a los niños con cáncer
- priorizar el cáncer infantil a nivel nacional, regional y mundial para impulsar la acción
Un nuevo paquete técnico de la OMS, denominado CureAll, servirá como guía a los países para la implementación de la Iniciativa Global. Está previsto que CureAll sea presentado por la OMS en el Día Internacional del Cáncer Infantil, el 15 de febrero de 2021.
Iniciativa mundial de la oms contra el cáncer infantil: panorama general
La Iniciativa mundial contra el cáncer infantil de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo mejorar los resultados de los niños con cáncer en todo el mundo. La meta es brindar a todos los niños con cáncer la mejor oportunidad de sobrevivir, vivir una vida plena y abundante y vivir y morir sin sufrimiento. Trabajando a través de fronteras, sectores y disciplinas, podemos crear un futuro mejor para los niños y niñas con cáncer.
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En el Día Internacional del Cáncer Infantil, la Organización Mundial de la Salud presentó un conjunto de herramientas para ayudar a los países a mejorar el diagnóstico y el tratamiento del cáncer infantil . El paquete incluye una guía práctica para los responsables de la formulación de políticas, los directores de programas de control del cáncer y los directores de hospitales; una herramienta de evaluación para informar la implementación; y un portal en línea multilingüe para compartir información.
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Diagnóstico temprano:
En los últimos años se han logrado importantes avances en el tratamiento del cáncer pediátrico, alcanzando un aumento en las tasas de supervivencia. Pero dada la complejidad de los procedimientos terapéuticos actuales, los niños y niñas con cáncer deben ser referidos lo más pronto posible a centros que tienen recursos humanos y técnicos especializados, donde son tratados por personal entrenado en onco-hematología pediátrica. Por tanto, es clave que los padres y el personal de salud conozcan los primeros signos y síntomas y estén atentos para actuar en caso de que aparezcan.
La publicación Diagnóstico temprano del cáncer en la niñez ayuda a los proveedores de atención primaria a identificar los primeros signos de cáncer.
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Videos
Los siguientes videos muestran algunos de los primeros signos y síntomas del cáncer infantil, con el fin de ayudar a los padres y cuidadores de niños a buscar atención en caso de que aparezcan.
Historias
Noticias
Materiales de la campaña
DÍA INTERNACIONAL DE LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER INFANTIL
El 15 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el cáncer infantil. Este día fue elegido por la Organización Internacional de Padres de Niños con Cáncer en setiembre del 2001, para reconocer el extraordinario desafío de vida que significa el cáncer en niños y adolescentes y sus familias.
Muchos de los tipos de cáncer que se dan en la adultez son resultado de la exposición a agentes productores de cáncer como tabaco, dieta, sol, agentes químicos y otros factores que tienen que ver con las condiciones ambientales y de vida. Mientras que las causas de la mayoría de los tipos de cáncer pediátricos son, todavía, desconocidas.
Los tipos de cáncer más frecuentes tanto en los niños y adolescentes, son: leucemias, tumores de sistema nervioso, de hueso, del sistema linfático (linfomas) y de hígado. Cada uno de éstos se comporta en forma diferente pero todos se caracterizan por la proliferación descontrolada de células anormales.
Un niño con cáncer debe ser diagnosticado con precisión y tratado por equipos de especialistas en oncología pediátrica. Estos equipos se encuentran generalmente en los grandes hospitales pediátricos, en centros de alta complejidad o centros universitarios de referencia.
El tratamiento supone grandes exigencias para los niños y sus familias: durante un tiempo más o menos prolongado deben armar su rutina familiar en función del hospital, de los horarios y de los cuidados que requiere el niño enfermo. Los papás deben aprender gran cantidad de información, deben aprender los códigos de la institución en la que su hijo se trate, cuidar a los hermanos sanos en caso de que los hubiera, resolver su situación laboral, seguir funcionando como soporte de su hijo, etc. Muchos de los pacientes diagnosticados en el interior del país vienen a tratarse a Buenos Aires, viéndose obligados a separarse de sus cosas y seres queridos.
Los oncólogos pediatras recomiendan tener en cuenta las siguientes señales de alerta que pueden estar relacionadas con algún tipo de cáncer en los niños: pérdida de peso y fiebre prolongada sin causa aparente, palidez, dolor de cabeza, a menudo acompañado de vómitos en la madrugada; hinchazón y masa abdominal anormal; hinchazón de la cabeza, aparición de hematomas o sangrado, brillo blanco en los ojos y cambios repentinos en el equilibrio o comportamiento.
Para la contención del niño y su familia es importantísimo el soporte que la comunidad puede brindar, perdiendo el miedo a acercarse, el temor a impresionarse, valorando que más allá de estar enfermo de cáncer es un NIÑO que necesita jugar, ir a la escuela, distraerse, relacionarse, insertarse socialmente, crecer y desarrollar sus potencialidades.
DÍA INTERNACIONAL DE LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER INFANTIL
El 15 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el cáncer infantil. Este día fue elegido por la Organización Internacional de Padres de Niños con Cáncer en setiembre del 2001, para realizar alrededor del mundo eventos conjuntos. Éstos tienen por finalidad reconocer el extraordinario desafío de vida que significa el cáncer en niños y adolescentes y sus familias.
Por ejemplo, muchos de los tipos de cáncer que se dan en la adultez son resultado de la exposición a agentes productores de cáncer como tabaco, dieta, sol, agentes químicos y otros factores que tienen que ver con las condiciones ambientales y de vida. Mientras que las causas de la mayoría de los tipos de cáncer pediátricos son, todavía, desconocidas.
Los tipos de cáncer más frecuentes en la adultez son: cáncer de pulmón, de colon, de mama, de próstata y de páncreas. En tanto en los niños y adolescentes, los más frecuentes son: leucemias, tumores de sistema nervioso, de hueso, del sistema linfático (linfomas) y de hígado. Cada uno de éstos se comporta en forma diferente pero todos se caracterizan por la proliferación descontrolada de células anormales.
La mayor parte de los adultos que padecen cáncer pueden ser tratados a nivel local, en sus comunidades de residencia. En cambio, el cáncer infantil no es tratado por el pediatra. Un niño con cáncer debe ser diagnosticado con precisión y tratado por equipos de especialistas en oncología pediátrica. Estos equipos se encuentran generalmente en los grandes hospitales pediátricos, en centros de alta complejidad o centros universitarios de referencia.
Otra diferencia a destacar es que el cáncer infantil tiene en la mayor parte de los casos un mejor pronóstico que el de adultos. Es importante entonces que todos los niños accedan al tratamiento adecuado en el tiempo indicado.
El tratamiento supone grandes exigencias para los niños y sus familias: durante un tiempo más o menos prolongado deben armar su rutina familiar en función del hospital, de los horarios y de los cuidados que requiere el niño enfermo. El niño debe soportar procedimientos dolorosos, tomar medicaciones, hacerse estudios, soportar restricciones a lo que eran sus actividades cotidianas antes del diagnóstico y ver limitada su vida infantil. Los papás deben aprender gran cantidad de información, deben aprender los códigos de la institución en la que su hijo se trate, lidiar con las obras sociales y con el banco de drogas, explicarle a familiares y amigos la evolución del niño, cuidar a los hermanos sanos en caso de que los hubiera, resolver su situación laboral, seguir funcionando como soporte de su hijo, etc. Muchos de los pacientes diagnosticados en el interior del país vienen a tratarse a Buenos Aires, viéndose obligados a separarse de sus cosas y seres queridos.
Los oncólogos pediatras recomiendan tener en cuenta las siguientes señales de alerta que pueden estar relacionadas con algún tipo de cáncer en los niños: pérdida de peso y fiebre prolongada sin causa aparente, palidez, dolor de cabeza, a menudo acompañado de vómitos en la madrugada; hinchazón y masa abdominal anormal; hinchazón de la cabeza, aparición de hematomas o sangrado, brillo blanco en los ojos y cambios repentinos en el equilibrio o comportamiento.
Como hemos mencionado, la experiencia de un niño con cáncer y su familia es altamente estresante. Sin embargo es una oportunidad para reconocer fortalezas, cambiar roles, aceptar ayudas, aprender de otros que pasaron por la misma situación y compartir intensamente el tiempo en familia. Para que esto suceda además de los recursos internos de la familia es importantísimo el soporte que la comunidad puede brindar, perdiendo el miedo a acercarse, el temor a impresionarse, valorando que más allá de estar enfermo de cáncer es un NIÑO que necesita jugar, ir a la escuela, distraerse, relacionarse, insertarse socialmente, crecer y desarrollar sus potencialidades.
El cáncer infantil
Datos y cifras
- Se calcula que cada año padecen cáncer unos 400 000 niños y adolescentes de entre 0 y 19 años. [1, 2]
- Los tipos de cáncer infantil más comunes son las leucemias, los cánceres cerebrales, los linfomas y tumores sólidos como el neuroblastoma y los tumores de Wilms. [1,2]
- En los países de ingresos altos, donde en general hay acceso a servicios de atención integral, más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan, pero en los países de ingresos bajos o medianos se curan menos del 30%. [2,3]
- Por lo general, el cáncer infantil no se puede prevenir ni detectar por cribado.
- La mayoría de los cánceres infantiles se pueden curar con medicamentos genéricos u otros tipos de tratamiento, como cirugía y radioterapia. Estos tratamientos pueden ser eficaces en relación con el costo en todos los lugares, con independencia del nivel de ingresos. [2]
- En los países de ingresos bajos o medianos, las defunciones evitables por cáncer infantil obedecen a la falta de diagnóstico, a diagnósticos incorrectos o tardíos, a las dificultades para acceder a la atención sanitaria, al abandono del tratamiento, a problemas de toxicidad o a recidivas. [2,3]
- Solo un 29% de los países de ingresos bajos declara que su población tiene generalmente a su disposición medicamentos contra el cáncer, frente a un 96% de los países de ingresos altos. [4]
- Para impulsar la continua mejora de la calidad de la atención y fundamentar la adopción de decisiones sobre políticas, es indispensable contar con sistemas de datos sobre el cáncer infantil.
La magnitud del problema
El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en la niñez y la adolescencia. La probabilidad de que un niño sobreviva a un diagnóstico de cáncer depende del país en el que viva: en los países de ingresos altos, más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan, pero en muchos países de ingresos bajos o medianos se curan menos del 30% [2,3].
Esas menores tasas de supervivencia en los países de ingresos bajos o medianos pueden explicarse por un diagnóstico tardío, la incapacidad para efectuar un diagnóstico preciso, la falta de acceso a tratamientos, el abandono de las pautas terapéuticas, la muerte por toxicidad (efectos secundarios de la medicación) y recidivas evitables. La mejora del acceso a la atención oncológica infantil, en particular a tecnologías y fármacos esenciales, resulta muy rentable, es viable y puede mejorar las tasas de supervivencia en todo tipo de contextos [4].
Causas del cáncer en los niños
El cáncer afecta a personas de todas las edades y puede surgir en cualquier parte del cuerpo. Empieza con un cambio genético en una sola célula, que luego prolifera hasta dar lugar a una masa (o tumor) que invade otras partes del organismo y, en ausencia de tratamiento, va causando daños hasta provocar la muerte. A diferencia de lo que ocurre con el cáncer en los adultos, se desconocen las causas de la inmensa mayoría de los casos de cáncer infantil. Se han realizado muchos estudios para tratar de determinarlas, pero a esas edades hay muy pocos cánceres causados por factores ambientales o ligados al modo de vida. Las medidas de prevención del cáncer en los niños deben centrarse en los comportamientos que impedirán que más adelante, cuando sean adultos, sufran cánceres prevenibles.
Algunas infecciones crónicas, como las debidas al VIH, el virus de Epstein-Barr o al parásito del paludismo, constituyen factores de riesgo de cáncer infantil. Estos factores tienen especial relevancia en los países de ingresos bajos o medianos. Hay otras infecciones que pueden elevar la probabilidad de que los niños padezcan cáncer en la edad adulta, por lo que es importante vacunarlos (contra la hepatitis B para prevenir el cáncer hepático y contra el virus del papiloma humano para prevenir el cáncer cervicouterino) y aplicar otras medidas como la detección precoz o el tratamiento de infecciones crónicas que pueden desembocar en cáncer.
Según se desprende de los datos actuales, alrededor de un 10% de los niños que padecen cáncer tienen una predisposición de carácter genético [5]. Es necesario investigar más a fondo para conocer los factores que influyen en la aparición de cáncer en los niños.
Cómo mejorar el desenlace clínico de los cánceres infantiles
Dado que en general no es posible prevenir el cáncer en los niños, la estrategia más eficaz para reducir la carga de morbilidad y mejorar la evolución clínica es centrarse en un diagnóstico precoz y correcto, seguido de un tratamiento eficaz y científicamente contrastado que se acompañe de medidas de apoyo personalizado.
Diagnóstico precoz
Cuando el cáncer es detectado en una fase temprana, es más probable que responda a un tratamiento eficaz, lo que eleva la probabilidad de supervivencia, disminuye el sufrimiento y, a menudo, exige un tratamiento más económico y menos intensivo. Es posible mejorar considerablemente la vida de los niños con cáncer si la enfermedad se detecta pronto y se evitan retrasos en el tratamiento. Es fundamental establecer correctamente el diagnóstico, porque cada tipo de cáncer requiere una pauta terapéutica distinta que puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.
Un diagnóstico precoz tiene tres componentes [6]:
- conocimiento de los síntomas por parte de las familias y los profesionales de la atención primaria de salud;
- precisión y puntualidad en la evaluación clínica, el diagnóstico y la determinación del estadio de la enfermedad (es decir, la medida en que el cáncer está extendido);
- inicio rápido del tratamiento.
El diagnóstico precoz es importante en todos los entornos y, en muchos casos, aumenta la supervivencia. Países de todos los niveles económicos han implantado con éxito programas para promover un diagnóstico precoz y correcto, a menudo mediante iniciativas de colaboración del gobierno con la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales y asociaciones de padres, con especial protagonismo de estas últimas. El cáncer infantil se acompaña de una serie de síntomas de alerta (como fiebre, cefalea intensa y persistente, dolores óseos o pérdida de peso) que pueden ser detectados por las familias y por profesionales de la atención primaria de salud debidamente formados [6].
En cambio, el cribado no suele ser de ayuda para detectar el cáncer en la niñez, si bien en ciertos casos, en poblaciones que presenten un riesgo elevado, es una posibilidad que cabe contemplar. Por ejemplo, algunos cánceres oculares infantiles pueden deberse a una mutación hereditaria, por lo que, si se detecta esa mutación o enfermedad en la familia de un niño con retinoblastoma, se puede ofrecer asesoramiento genético y hacer un seguimiento de todos los hermanos practicándoles desde muy pequeños exámenes oftálmicos periódicos. Las causas genéticas solo tienen importancia en una pequeña proporción de los casos de cáncer infantil. No hay pruebas sólidas que avalen la realización de programas de cribado dirigidos al conjunto de la población infantil.
Tratamiento
Es fundamental contar con un diagnóstico correcto para poder prescribir un tratamiento adecuado para el tipo de cáncer y su grado de extensión. Los tratamientos habituales son la quimioterapia, la cirugía y/o la radioterapia. Además, es preciso prestar especial atención a la continuidad del desarrollo físico y cognitivo del niño y a su estado nutricional, labor que exige la intervención de un equipo multidisciplinario específico. En el mundo hay un acceso desigual y poco equitativo a diagnósticos eficaces, medicamentos esenciales, pruebas de anatomía patológica, hemoderivados, radioterapia, tecnología y atención psicosocial y asistencia paliativa.
No obstante, la curación del cáncer infantil es posible en más del 80% de los casos, cuando el niño puede recibir atención oncológica. Como tratamiento farmacológico, por ejemplo, se suelen prescribir medicamentos genéricos de bajo costo que figuran en la Lista Modelo OMS de Medicamentos Pediátricos Esenciales. Cuando un niño acaba un tratamiento se le debe hacer un seguimiento permanente para detectar recidivas y posibles efectos tóxicos del tratamiento a largo plazo.
Cuidados paliativos
La asistencia paliativa alivia los síntomas provocados por el cáncer y mejora la calidad de vida de pacientes y familiares. Aunque no se consigue curar a todos los niños con cáncer, siempre se puede aliviar su sufrimiento. Los cuidados paliativos pediátricos, considerados un elemento básico de la atención integral, se ponen en marcha cuando se diagnostica la enfermedad y se dispensan siempre, independientemente de que el niño reciba o no un tratamiento con finalidad curativa.
Se pueden instituir programas de cuidados paliativos que se dispensen fuera de los centros de salud, también a domicilio, para proporcionar analgesia y prestar apoyo psicosocial a los pacientes y familiares. Hay que procurar suficiente morfina de administración oral y otros analgésicos para tratar los dolores oncológicos de moderados a intensos, que afectan a más del 80% de los enfermos de cáncer en fase terminal.
Respuesta de la OMS
La OMS, con apoyo del St. Jude Children's Research Hospital, puso en marcha en 2018 la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil, que ofrece a los gobiernos pautas y asistencia técnica para ayudarlos a establecer y mantener programas de calidad contra el cáncer infantil [4] y tiene por objetivo lograr para 2030 una tasa de supervivencia de, como mínimo, el 60% de los niños con cáncer, lo que supone prácticamente duplicar el porcentaje actual y salvar un millón más de vidas en los próximos diez años.
Para secundar la aplicación de la Iniciativa Mundial se han elaborado el marco CureAll («Curarlos a todos») y el paquete de recursos técnicos que lo acompaña. Este paquete ayuda a los gobiernos y demás partes interesadas a evaluar sus medios de acción disponibles, fijar prioridades, fundamentar las inversiones, elaborar protocolos terapéuticos científicamente contrastados y seguir de cerca los progresos realizados. Además, se ha creado un portal de internet por medio del cual los países y asociados pueden compartir información y conocimientos técnicos.
En diciembre de 2021, la OMS y el St Jude Children’s Research Hospital pusieron en marcha la Plataforma Mundial por el Acceso a Medicamentos contra el Cáncer Infantil, primera iniciativa de este tipo, que sirve para procurar un suministro ininterrumpido de medicamentos contra el cáncer infantil de calidad garantizada, acompañado de la prestación de un apoyo integral que va de la selección a la administración de los medicamentos con arreglo a las mejores normas posibles de atención.
La OMS y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) colaboran con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y otros asociados y organizaciones de las Naciones Unidas para:
- lograr un mayor compromiso político con la lucha contra el cáncer infantil;
- respaldar a los gobiernos en la creación de centros oncológicos y sucursales regionales de gran calidad que garanticen diagnósticos precoces y precisos y tratamientos eficaces;
- elaborar normas y herramientas que ayuden a planificar y poner en práctica intervenciones de diagnóstico precoz, tratamiento, cuidados paliativos y atención de los supervivientes;
- mejorar el acceso a medicamentos y tecnologías esenciales;
- ayudar a los gobiernos para que las familias de niños con cáncer no sufran dificultades económicas ni aislamiento social como consecuencia de la atención oncológica.
La Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil se enmarca en la aplicación de la resolución WHA70.12 de la Asamblea Mundial de la Salud (Prevención y control del cáncer en el contexto de un enfoque integrado), centrada en la reducción de la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles y en el logro de la cobertura sanitaria universal.
Referencias
- Steliarova-Foucher E, Colombet M, Ries LAG, et al. International incidence of childhood cancer, 2001-10: a population-based registry study. Lancet Oncol. 2017, 2017;18(6):719-731.
- Organización Mundial de la Salud, 2021. CureAll framework: WHO global initiative for childhood cancer: increasing access, advancing quality, saving lives. Organización Mundial de la Salud. https://apps.who.int/iris/handle/10665/347370.
- Lam CG, Howard SC, Bouffet E, Pritchard-Jones K. Science and health for all children with cancer. Science. 15 marzo 2019; 363(6432):1182-1186. 2020. doi: 10.1126/science.abe5901. PMID: 30872518.
- Organización Mundial de la Salud, 2020. Assessing national capacity for the prevention and control of noncommunicable diseases: report of the 2019 global survey. Organización Mundial de la Salud. https://apps.who.int/iris/handle/10665/331452.
- Zhang J, Walsh MF, Wu G, Edmonson MN, Gruber TA, et al. Germline Mutations in Predisposition Genes in Pediatric Cancer. N Engl J Med. 10 diciembre 2015; 373(24):2336-2346.
- Organización Panamericana de la Salud, 2014. Early diagnosis of childhood cancer. Organización Panamericana de la Salud. https://iris.paho.org/handle/10665.2/34850
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