El Referéndum en la Península de Crimea -16 de marzo de 2014-

 

Crimea se abraza a la Rusia de Putin

El 96,77% de los crimeos votan unirse a Rusia, según la comisión electoral local El Parlamento de la república autónoma ucrania solicita la incorporación oficial

En marzo 16 de 2014: El 96,77% de los votantes en el referéndum secesionista convocado por la república autónoma de Crimea(Ucrania) se han pronunciado este domingo, con todas las papeletas escrutadas, por la incorporación de este territorio a Rusia, según ha informado la Comisión Electoral de este territorio situado a orillas del mar Negro. Solo un 2,51% ha votado por continuar siendo parte de Ucrania pero con más competencias que en la actualidad. Crimea está siendo el epicentro de una de las mayores crisis internacionales desde la desintegración de la URSS en 1991.


Según la televisión oficial de Crimea, que emite conjuntamente con el canal de televisión rusa Rossia 24, la participación en el referéndum superó el 89,5% en Sebastopol, la ciudad sede de la flota del mar Negro rusa; en la capital, Simferópol, fue del 88,5% y llegó al 82,7% en el resto de la península. El canal reiteraba que el 40% de los tártaros, la comunidad más reacia al referéndum, habían votado. Todos estos datos son imposibles de verificar, porque el número de observadores se limitaba a varias decenas de personas complacientes que no veían nada anormal en la consulta. Además, los ciudadanos no incluidos en las listas podían votar en si rellenaban una solicitud en el mismo colegio electoral.

Dos eran las preguntas sometidas a votación a un censo electoral de algo más 1,5 millones de personas. En la primera se preguntaba sobre la incorporación a Rusia en calidad de provincia y en la segunda, sobre la permanencia en Ucrania sobre la base de la Constitución local de 1992. Según el censo de Crimea, un 58,3% de los habitantes de la península son rusos, el 24,3% son ucranianos y el 12,5 % son tártaros.

El pasado 6 de marzo, el Soviet Supremo de Crimea (Parlamento local) aprobó una declaración de independencia y sus dirigentes subrayaron que el triunfo de la primera opción significa que Crimea se declara independiente. Según una ley que data de 2001, Rusia puede incrementar sus dimensiones mediante la incorporación de Estados (o territorios pertenecientes a estos Estados) mediante la firma un acuerdo bilateral internacional. Dado que Crimea, según su propia lógica, se convierte en independiente, esto significa que Moscú, también desde su propia lógica, puede firmar un acuerdo con Simferópol al margen de Ucrania. Una delegación del Parlamento local ha solicitado esta mañana oficialmente la incorporación de la península a la Federación Rusa.


El procedimiento de la “fusión” implica varios pasos, pero puede acelerarse en función de las necesidades del Kremlin y de los separatistas. Las formalidades para completar el proceso deberían incluir el reconocimiento de la independencia de Crimea por parte de Rusia. A esto seguiría la preparación y firma de un tratado bilateral. Después, habría que someter ese tratado al Tribunal Constitucional para ver si el documento está en consonancia con la Ley Fundamental de la Federación Rusa. En caso positivo, el tratado ruso-crimeo se sometería a la votación de las dos Cámaras del Parlamento (Duma Estatal y Senado o Consejo de la Federación) y a la firma del presidente. Suponiendo que todos estos requisitos se llevaran a cabo con la máxima celeridad, el proceso llevaría algunos días, pero dado el carácter extraordinario de lo que está sucediendo, tal vez incluso menos.

Esta semana hay programados en Moscú diferentes actos para canalizar los procesos de incorporación a Rusia por parte de diferentes entidades, entre ellas municipios e instituciones culturales. Los funcionarios dependientes de las instituciones oficiales de Crimea han cobrado ya su sueldo de marzo por anticipado y en grivnas (la moneda ucrania), pero han sido advertidos de que su próximo sueldo, el de abril, será ya en rublos (la moneda rusa), señalan medios informados.


El promedio de participación fue del 82% en la península; Sebastopol y Simferópol rondaron el 90%

Con independencia de cómo y cuándo fue elaborado el plan del Kremlin para absorber Crimea, los guiones para culminar esta acción han cambiado sobre la marcha. Una variante, que hoy parece estar en vía muerta, era un cambio legislativo en Rusia (propuesto formalmente por el partido Rusia Justa, socialdemócrata), que permitía incorporar nuevos territorios sin el permiso del país al que pertenecen. Tamaña legitimación de las anexiones territoriales causó un gran malestar en los vecinos y aliados de Rusia, que en cualquier momento podrían verse expuestos a los caprichos del Kremlin y del grupo de allegados al presidente Vladímir Putin, que, con él al frente, enarbolan la bandera del neoimperialismo ruso en versión postsoviética.


Aunque los observadores invitados a Crimea no vieron a uniformados rusos frente a los colegios electorales, lo cierto es que estos continuaban reforzando posiciones ayer. Frente a la unidad A3835 del Ministerio de Defensa de Ucrania, situada en los accesos de Bajchisarái, unos obstáculos metálicos, una señal de stop y cuatro uniformados en traje de camuflaje, casco, máscaras, chaleco antibalas y fusiles automáticos Kaláshnikov con cargadores capaces para 120 balas impidieron a esta corresponsal el paso a la unidad, donde el pasado 6 de marzo todavía era posible acercarse a la verja y conversar con los oficiales ucranios. Los soldados, que hablaban un ruso no marcado por el acento de Crimea, nos invitaron a marcharnos sin permitir que nos acercáramos a la verja. Contactado telefónicamente, uno de los oficiales de la unidad se negó a responder a la pregunta sobre si le era posible salir y acudir a votar en el referéndum.


Los funcionarios han cobrado por anticipado el sueldo de marzo en grivnas; el próximo será en rublos

El Medzhlis de los tártaros de Crimea —el organismo de autogobierno al margen de las estructuras oficiales— recomendó a su comunidad que boicoteara el referéndum y no participara en ninguno de los trámites de su preparación. En Bajchisarái, que es la capital histórica de los tártaros, la situación era “tensa”, según manifestó Shevket Hamzin. En el distrito número seis, tres jóvenes tártaros afirmaron haber boicoteado el referéndum y explicaron que el colegio electoral 12009 se había instalado en unas cocheras, porque el jardín de infancia que normalmente se transforma en colegio electoral se había negado a acoger las urnas. Al citado colegio acudieron tres oficiales de la policía de Ucrania, todos ellos vestidos de uniforme con el tridente (el símbolo oficial de Ucrania) en el gorro. Los tres dijeron que habían votado por la incorporación a Rusia porque este país les es “más cercano”.


“Lo importante no es el uniforme sino lo que llevamos dentro”, dijeron. Desde Sebastopol, un capitán de la Marina ucrania informó de que no dejaban salir a votar a los oficiales de las unidades asediadas.


Mientras que en 2020:

Ya son seis años de la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia

Un referéndum celebrado el 16 de marzo de 2014 terminó con la decisión de vincular Crimea a Rusia a pesar de las protestas de los tártaros y ucranianos.


La península de Crimea, que ya cumple seis años bajo la anexión ilegal de Rusia, ha sido uno de los objetivos estratégicos de ese país a lo largo de la historia. Los tártaros de Crimea son una comunidad de origen túrquico que han vivido en esta región históricamente y que también han sido sometidos a la opresión rusa en todos los períodos de la historia.


La patria de los tártaros de Crimea fue anexionada dos veces por los rusos a lo largo de la historia. Después de cada anexión, la población tártara que vivía en la península se redujo deliberadamente. Los tártaros de Crimea estuvieron expuestos a exilios y migraciones forzadas debido a la presión realizada durante los tiempos de la zarina rusa Catalina II, el líder de la Unión Soviética Josef Stalin y el presidente ruso Vladimir Putin.


El Kanato de Crimea


El Kanato de Crimea fue un estado que los tártaros crearon en el siglo XV y se extendió hasta el siglo XVIII. Este estado representó una amenaza para Rusia a partir del siglo XVI.


La península de Crimea ha sido desde entonces un pedazo de tierra que los rusos tenían que tomar para poder controlar el Mar Negro y establecer una base contra el Imperio Otomano. Tras la guerra ruso-turca (1768-1774), Rusia se anexó muchos de los territorios del Imperio Otomano al sur de lo que hoy es Ucrania.


Los rusos anexaron formalmente los territorios del Kanato de Crimea, que para ese momento era un estado vasallo otomano, por primera vez en 1783.


Posteriormente, la administración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) entregó Crimea a la República Socialista Soviética de Ucrania con una decisión que firmó el 19 de febrero de 1954 para corregir sus errores históricos.


Según los historiadores, "la proximidad económica y regional entre la región de Crimea y Ucrania, los lazos culturales y de vida similares" fueron la razón detrás de la decisión de Crimea de ser otorgada a Ucrania.


El traspaso de Crimea a Ucrania


Con el referéndum celebrado en Crimea después de la disolución de la Unión Soviética, la península continuó existiendo como una "república autónoma" de Ucrania.


Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia reconocieron la integridad territorial de Ucrania con el Memorando de Budapest firmado en 1994.


Sin embargo, en 2014, la historia volvió a repetirse. A pesar del Memorando de Budapest, que fue firmado por la Federación de Rusia, se volvieron a impulsar políticas de anexar Crimea al territorio ruso nuevamente.


Para ese entonces, el pueblo ucraniano, que quería acercarse a la Unión Europea y la OTAN en lugar de Rusia, llenó las plazas para manifestarse, mientras que el presidente ucraniano del período pro-Moscú, Viktor Yanukovich, tuvo que huir del país.


Rusia aprovechó la confusión en Ucrania y activó las tropas paramilitares pro-rusas en Ucrania con soldados rusos que envió a la península en Sebastopol de manera ilegal.


Los partidarios rusos irrumpieron en el Parlamento de Crimea y pidieron la creación de un referéndum para declarar la independencia de Crimea.


Posteriormente, las fuerzas armadas de las fuerzas especiales rusas, llamados los "hombres verdes", debido que portaban atuendo militar pero sin emblemas ni signos, tomaron el Parlamento de Crimea y los edificios del gobierno.


El Parlamento de la República Autónoma de Crimea, que se reunió el seis de marzo a la sombra de los "hombres verdes" con miembros armados de las fuerzas especiales rusas, decidió celebrar un referéndum para vincular Crimea a Rusia.


El referéndum de anexión


En el referéndum se preguntó: "¿Debería Crimea seguir siendo parte de Ucrania o estar vinculada a Rusia?". Las organizaciones internacionales y muchos Estados reaccionaron contra el referéndum y advirtieron que este sería ilegítimo.


Aunque el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) se reunió repetidamente, no se tomó ninguna decisión debido al veto de Rusia.


En la península controlada por los "hombres verdes" pro-rusos, aumentó la presión sobre los tártaros de Ucrania y Crimea. Los locales que no querían el dominio ruso fueron deportados de la región.


El referéndum, celebrado el 16 de marzo de 2014, terminó con una decisión de vincular Crimea a Rusia a pesar de las protestas de los tártaros y ucranianos.


El presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó la anexión ilegal de la península al firmar la ley el 21 de marzo, en una ceremonia en el Palacio del Kremlin, que establece que "Crimea y Sebastopol se conectarán con Rusia y en el marco de la creación de nuevas regiones federales".


Anexión ilegal


La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el proyecto de ley en el que se denomina la anexión de Crimea de Rusia como algo ilegal.


Turquía no reconoce la anexión de Crimea, al igual que muchos países en el mundo. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó anteriormente: "No reconocemos la anexión ilegal de Crimea", reiterando que Turquía se manifestaría en contra en cada oportunidad.


La opresión a los musulmanes en Crimea


Hoy en día, material y anímicamente, la gente vive grandes problemas en el territorio de Crimea, en donde Rusia hace presencia ilegal.


Por un lado, los tártaros de Crimea que son musulmanes sufrieron problemas al verse presionados por los agentes de la ley rusos en materia religiosa y por otro lado, los problemas en la economía rusa tienen un gran impacto en la península.


Debido a su belleza histórica y natural, la península de Crimea es un paraíso turístico que se ha convertido hoy en la base militar de Rusia y la gente de la región, cuya economía depende completamente de Rusia, se ha empobrecido.


En el marco de la política de 'rusificación' completa de Crimea, los oficiales de seguridad rusos allanan casas, mezquitas y escuelas de los tártaros de Crimea en la península.


En el sexto año de la anexión ilegal, se registran casos de tártaros opositores a la anexión y la opresión de Rusia que desaparecieron o fueron encarcelados por las fuerzas rusas.


*Traducido por: Camilo Hernández.

EL 26 DE FEBRERO DE 2022:

Rusia y Ucrania: qué pasó en Crimea en 2014 (y por qué importa ahora)


Muchos en Crimea se taparon la boca el 13 de marzo de 2014 en protesta a las fuerzas rusas, defendiendo que la península forma parte de Ucrania.

A principios de 2014, Crimea se convirtió en el foco de una de las peores crisis entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría, después de que el hasta entonces presidente de Ucrania, el prorruso Viktor Yanukóvich, fuera derrocado tras una serie de protestas de índole europeísta.


El pueblo ucraniano estaba dividido entre aquellos que querían una mayor integración con Rusia y los que apoyaban una mayor alianza con la Unión Europea (UE), y Moscú decidió intervenir.


Según el Kremlin, Yanukóvich había enviado una carta al presidente de Rusia, Vladimir Putin, solicitando una intervención para restaurar el orden en Ucrania.


Pero Putin ya había tomado una decisión que muy pocos esperaban.


Durante gran parte de febrero de 2014, el presidente ruso había ido enviando silenciosamente a miles de soldados adicionales a las bases que Rusia tenía en Crimea gracias al Tratado de Partición de 1997.

Muchos "voluntarios" civiles también se trasladaron a la península para concluir un plan que se llevó a cabo en secreto y se completó con éxito.


La primera señal obvia de que Crimea estaba siendo arrebatada a Ucrania apareció el viernes 28 de febrero, cuando Rusia instaló puestos de control en Armyansk y Chongar, los dos principales cruces de carreteras entre Ucrania continental y la península de Crimea.


Estos puntos estaban controlados por hombres que llevaban uniformes muy variados: algunos vestidos como el ejército ucraniano, otros como la policía ucraniana, algunos con camuflaje sin insignia nacional. Varios lucían ropa civil.


Una invasión "suave"

Tras el derrocamiento de Yanukóvich, el Parlamento de Crimea eligió a un primer ministro prorruso y votó a favor de separarse de Ucrania.


Los líderes prorrusos aseguraban que necesitaban proteger a los habitantes de Crimea de los "extremistas" que habían tomado el poder en Kiev y amenazaban el derecho a hablar ruso en la región.


El 16 de marzo organizaron un referéndum en el que se le preguntó a las personas si querían que la república autónoma se uniera a Rusia.


Ucrania y Occidente juzgaron que el referéndum era ilegal, mientras que Rusia lo apoyó firmemente.


Según funcionarios locales, el 95,5% de los votantes en Crimea apoyaron la opción de unirse a Rusia en el controvertido referéndum que se llevó a cabo sin ningún observador internacional con credibilidad.


El 18 de marzo, dos días después de la publicación de los resultados, Putin oficializó la invasión firmando un proyecto de ley en el que Crimea se incorporaba a la Federación Rusa.


En el discurso pronunciado en la Sala de San Jorge del Kremlin antes de la firma, Putin había asegurado que Crimea es "tierra santa rusa" y opinado que, en Ucrania, Estados Unidos y sus socios occidentales se pasaron de la raya. "Todo tiene un límite" y Washington "lo traspasó" en el país vecino, señaló, acusándolo de estar acostumbrado a actuar según la ley del más fuerte.


El periodista de la BBC John Simpson, quien se encontraba en Crimea en ese entonces, escribió que fue la invasión más "suave" de los tiempos modernos.

El 16 de marzo, los líderes prorrusos de Crimea organizaron un referéndum que fue calificado como ilegal en Kiev y por Occidente.

"Traer a Crimea de vuelta"

La noticia de la anexión recibió condena internacional y tanto Estados Unidos —"viola la soberanía de Ucrania y el derecho internacional", advirtió el entonces presidente Barack Obama—, como la UE impusieron una serie de sanciones a personas y empresas rusas en respuesta a la anexión de la península.


Putin argumentó en abril de ese año que había tomado la decisión final sobre Crimea después de que unas encuestas de opinión, secretas y sin fecha, mostraran que el 80% de los habitantes de la península estaba a favor de unirse a Rusia.


Pero un año después, admitió por primera vez que el plan de anexión de Crimea lo había ordenado semanas antes del controvertido referéndum de autodeterminación.


Durante la invasión de Crimea, cientos de soldados fuertemente armados que no mostraban ninguna insignia que los identificara tomaron posiciones fuera de una base militar en la región.

Durante una intervención televisiva en marzo de 2015, el presidente ruso aseguró que había tomado la decisión de "traer a Crimea de vuelta a Rusia" el 23 de febrero, al final de una reunión de emergencia nocturna, horas después de que el líder ucraniano huyera de Kiev.


"Terminamos alrededor de las siete de la mañana. Cuando nos despedimos, les dije a todos mis colegas: 'Estamos obligados a comenzar a trabajar para traer a Crimea de vuelta a Rusia'".


El compromiso de Rusia de respetar las fronteras de Ucrania

Una corriente en Rusia sostiene que históricamente Crimea forma parte de su país.


En el siglo XVIII, formó parte del Imperio Otomano, gobernado por el Khan de los tártaros de Crimea.


Permaneció bajo dominio otomano hasta que Catalina la Grande se lo arrebató a los tártaros, anexionando la península al Imperio Ruso.


Pero en 1954 el líder soviético Nikita Khrushchev transfirió el territorio, en la que vive una mayoría étnica rusa, a Kiev.


Después de la independencia de Ucrania en 1991, Kiev mantuvo Crimea, pero Rusia retuvo el control de una base naval de Sebastopol en la región, sede de la Flota del Mar Negro.


En el Memorando de Budapest de 1994, Rusia acordó con Reino Unido y EE.UU. respetar las fronteras de Ucrania y no amenazarlas con la fuerza, a cambio de que Kiev transfiera sus armas nucleares de la era soviética a Moscú.


Un acuerdo que violó en 2014 y que acaba de vovler a violar con la invasión lanzada la madrugada este jueves 24 de febrero.


¿Por qué Crimea importa ahora?

El 1 de febrero, Putin acusó a Occidente de ignorar las preocupaciones sobre la seguridad de Rusia, luego de que Estados Unidos se negara a garantizar que Ucrania no se uniría a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).


El líder alegó que una posible adhesión de Ucrania a la alianza militar "socavaría la seguridad de Rusia" y que Estados Unidos estaba utilizando a Ucrania para "contener a Rusia". (La organización no tiene ni siquiera en agenda su aceptación y es solo una aspiración de Kiev)


"Imaginemos que Ucrania es miembro de la OTAN, está completamente equipada con armas, obtiene medios de ataque avanzados como los de Polonia y Rumania y comienza una operación en Crimea", agregó Putin.


Desde la anexión de Crimea, la península ha sido un punto de antagonismo entre Rusia, Ucrania y Occidente.


Mientras que Occidente considera a Crimea parte de Ucrania, Putin sigue determinado a defender la idea de que la península pertenece a Rusia, y advirtió que permitir que Ucrania se una a la OTAN podría llevar a Occidente a una guerra con Rusia por el control del territorio.


"Los países europeos, incluida Francia, creen que Crimea es parte de Ucrania, pero nosotros pensamos que es parte de la Federación Rusa", dijo a principios de febrero, tras una reunión con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.


"¿Y qué pasa si se intenta cambiar esta situación por medios militares?", cuestionó.


"Tengan en cuenta que las doctrinas de Ucrania declaran a Rusia un adversario y establecen la posibilidad de recuperar Crimea, incluso usando la fuerza militar", agregó.


"No se puede dejar que Putin se salga con la suya"

No obstante, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, ha dejado claro que no planea recuperar Crimea mediante una intervención militar.


"Tanto el Donbás como Crimea volverán a Ucrania, exclusivamente a través de la diplomacia. No usurparemos lo que no es nuestro, pero no renunciaremos a nuestra tierra", aseguró la semana pasada.


Este jueves, horas después del inicio de la invasión rusa en Ucrania, varios líderes occidentales condenaron duramente la intervención militar rusa.


Emmanuel Macron afirmó que Francia "responderá sin debilidad" al "acto de guerra" de Rusia en Ucrania.


Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que Reino Unido "no puede y no mirará hacia otro lado" tras el ataque "espantoso y bárbaro" ordenado por el Kremlin.


Días antes, Johnson advirtió que la lección de lo que pasó en Crimea en 2014 es que "no se puede dejar que Vladimir Putin se salga con la suya".


En Ucrania, Volodymyr Zelensky, rompió relaciones diplomáticas con Moscú como respuesta a la invasión y aseguró que estaban entregando armas a todo aquel que quisiera defender el territorio.


Mientras tanto, desde Bruselas, la Unión Europea afirmó que se trata de "uno de los momentos más oscuros para Europa desde la Segunda Guerra Mundial" y advirtió que Rusia será golpeada con "sanciones descomunales".


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